La "mujer salvaje" de Abjasia ¿era un yeti?

Según análisis recientes a su ADN, pertenece a "un grupo humano desconocido".

Representación de Zana, la "mujer salvaje"

El ginetista británico Bryan Sykes, profesor de la Universidad de Oxford, declara haber descubierto un yeti "en una mujer salvaje", llamada Zana, quien vivió en Ochamchira, una ciudad de Abjasia durante el siglo XIX.

Sykes declara tener evidencias que apoyarían la existencia real del yeti o, al menos, la de algún "pariente" cercano.

Nieta de Zana

Zana es una mujer "mitad humana, mitad mono" que vivió en el territorio de la República de Abjasia, entre Rusia y Georgia, allá por el siglo XIX.

Testigos la describen como una mujer muy atlética que medía casi dos metros de alto, que tenía todas las características de un "animal salvaje", además de estar totalmente cubierta de un pelo rojizo muy grueso.

Khwit

Las declaraciones del profesor se produjeron después que éste analizara ADN proveniente de seis familiares vivos de la pretentida "almasty" –la versión rusa del yeti–, además del hallado en un diente de Khwit, uno de los al menos cuatro hijos que ésta tuvo con lugareños de Ochamchir, la región de Abjasia donde fue "capturada".

Las muestras de ADN de su propio hijo y su nieta, indican que Zana era descendiente de africanos 100%, pero que su perfil genético "no coincide con ningun grupo humano que yo conozca", ha dicho Sykes.

Su apariencia era la de una bestia salvaje, "la característica más atemorizante era que su expresión era la de un animal", escribió un zoologista ruso en 1996.

"Su fuerza humana era tremenda. Podía correr más rápido que un caballo y nadar a contracorriente en un río embravecido",

Algunas personas conjeturaban que se trataba de una esclava otomana fujitiva, pero el profesor Sykes dice que su "ADN sin igual" refuta tal teoría. Él cree que sus ancestros vinieron de África hacía más de 100,000 años y que vivieron en las remotas zonas del cáucaso por muchas generaciones.

Eventualmente, Zena fue 'domesticada' por un hombre que la llevó a su hogar como sirvienta, y la mantuvo así en Tkhina en la República de Abkhazia.

Ella falleció en 1890.