¿Se acuerdan del monito que le pidió a un hombre que abra la jaula? (ver), pues esta vez tenemos el caso de un delfín que le pide a un buzo, que lo libere de un anzuelo.
El delfín había quedado enredado en una línea de pesca con el anzuelo clavado en una aleta, y se acercó hasta un hombre que buceaba para que lo ayudara y esperó, muy calmado, hasta sentirse libre.
Esto sucedió en Hawaii, mientras un grupo se había sumergido en busca de mantarayas.
Fue Keller Laros, un buzo profesional, quien liberó al animalito, y cuenta: "La manera en que vino y se apoyó en mí no deja lugar a dudas. Él estaba buscando ayuda".
Cuando identificó el problema, Laros intentaba ayudarlo mientras el delfín, con paciencia, esperaba casi inmóvil a que el hombre finalizara su tarea.
"Estaba tratando de liberarlo. Tenía el gancho en la parte de afuera de la aleta pectoral, y una línea salía de su boca. Pero la línea estaba tan ajustada que le había hecho cortes", dice el buzo.
Finalmente, Laros usó una navaja que llevaba para cortar la línea y ya más cómodo, el delfín subió a la superficie a tomar aire antes de regresar al lugar, donde le extrajeron también el anzuelo.
Pero no llegaron a sacarle el resto de las líneas, ya que en cuanto se sintió libre, el delfín prefirió alejarse de los humanos.
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hermoso!
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