En 2009, Alejandra se sometió a una cirugía estética para aumentarse los glúteos, pero la sustancia que recibió fue muy tóxica, le provocó una tremenda infección y ahora tiene un mal incurable...
La cirugía estética fue mal practicada por la cosmetóloga Valentina de Albornoz, quien le inyectó sustancias que le produjeron una severa infección. Estuvo en el hospital casi dos semanas. Los cirujanos que la atendieron no llegaron a extraer todo el material tóxico del cuerpo de la cantante y siempre se mantuvo la posibilidad de nuevas infecciones.
Desde aquel 2009, la artista se ha venido sometiendo periódicamente a tratamientos y procedimientos para contrarrestar los efectos de los residuos de la sustancia que aún quedan en su cuerpo. Estos tratamientos incluyen cortisona e inmunodepresores.
Gabriel Medrano, reumatólogo del Hospital General de México ha confirmado que el mal es incurable y que deberá seguir un tratamiento integral de por vida.
El doctor ha declarado al diario El Universal de México: "Lo que tiene es una respuesta inflamatoria que el cuerpo tiene que hacer para asimilar o deshacerse de una sustancia extraña y duele mucho".
Este mal recibe el nombre científico de Paniculitis química, una enfermedad inflamatoria de la piel que provoca la formación de nódulos dolorosos en la grasa del tejido subcutáneo. Las lesiones tardan semanas en desaparecer dejando afectada la región donde brotan. Esto le ocasiona fiebre y alteraciones físicas diversas a quien lo padece.
El doctor Medrano explicó que el polivinil-metacrilato, la sustancia que le inyectaron a Alejandra Guzmán, ya no se focaliza en una sola región, migró y hace que la artista sienta dolor constante.
Un cálculo hecho por "El Universal" da cuenta de que la cantante habría gastado alrededor de un millón de dólares para el tratamiento de su enfermedad.
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