En un concierto de Springsteen en Londres el sábado que pasó, McCartney subió al escenario para tocar con la banda durante el 'encore'. Pero solo pudieron tocar un par de temas ya que por presión de la policía, los organizadores tuvieron que silenciar todo para cumplir con las regulaciones de la ciudad.
Springsteen decía cosas al micrófono pero no se escuchaba nada, la banda se despidió en silencio ante los abucheos de la gente.
Lo que sucedió exactamente es que el concierto se excedió por hora y media, el límite impuesto en la ciudad para los casos de espectáculos y la policía tuvo que intervenir y los micrófonos fueron apagados y los artistas no se pudieron despedir bien del público.
El guitarrista Steven Van Zandt escribió muy molesto en Twitter: "Los policías no tendrán nada más importante qué hacer? ¿Qué tal ir a atrapar a algunos criminales en vez de joder a 80,000 personas que se estaban divirtiendo?"
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