Estos malos empleados de un KFC en Malasia recogen el aceite derramado con un trapo, al que exprimen y lo regresan nuevamente a las freidoras.
Varios canales -como el Channel 5 News- en los Estados Unidos, vienen recogiendo la noticia.
Este caso me hace recordar al del empleado de Burger King que se bañaba en el lavadero del restaurante!
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