Tras años de investigación, el Dr. Jan Bondeson -de la universidad de Cardiff- revela en su libro "Perros sorprendentes: Un gabinete de curiosidades caninas", que los Nazis llegaron a enseñar a los perros a hablar, leer y ¡discutir sobre religión!
Sólo hace un mes se reveló que los Nazis planearon matar a las fuerzas aliadas con salchichas envenenadas si osaban poner un pie en suelo alemán.
Ahora ha surgido un arma igualmente improbable en la armada de Hitler: los perros parlantes.
Los alemanes vieron en los perros, a un arma. Ellos pensaban que los perros podrían ser casi tan inteligentes como los seres humanos y los entrenaron para hablar, leer y escribir, según cuenta Bondeson. Incluso, llevaron a cabo experimentos de telepatía hombre-perro como se ve en la foto:
Hitler, un conocido amante de los canes, esperaba que pudieran aprender a comunicarse con sus amos de la SS y abrieron una escuela especial de perros para enseñarles a hablar.
Oficiales nazis contrataron perros pre-educados provenientes de toda Alemania y les enseñaron a hacer señales con sus patas. Ese fue el primer paso.
Algunos dicen que los animales llegaron a ser capaces de imitar la voz humana, y que uno de ellos respondía con un "Mein Führer" cuando se le preguntaba que quién era Adolfo Hitler.
De otro perro se dice que pudo ser capaz de 'escribir' poesía.
Los alemanes esperaban utilizarlos para la guerra, trabajando en los campos de concentración como guardianes.
La escuela de perros, fundada cerca de 1930, fue llamada la Tier-Sprechschule ASRA (escuela del habla) y se ubicaba cerca de la ciudad de Hanover. La directoria del centro se llamaba Margarethe Schimitt y la podrán ver junto a sus 'alumnos' en imágenes más abajo.
Entre los perros más inteligentes estaba Rolf, un terrier Airedale, que 'hablaba' formando palabras, golpeando un tablero con sus patas. Se dice también que este perrito hacia especulaciones con respecto a la religión, aprendió idiomas extranjeros, escribía poesía y llegó a preguntarle a una dama de la nobleza si "¿Podría mover su cola?".
Este patriótico can llego también a expresar su deseo de unirse al ejército porque no le gustaban los franceses.
Otro perrito de nombre Kurwenal, de raza Dachshund, se dice que hablaba usando un número determinado de ladridos para cada letra del alfabeto.
Don, un pointer alemán, llegó a imitar la voz humana y decir "¡Hambriento! Denme pasteles".
"Fueron experimentos realmente extraños los que se realizaron durante los tiempos de guerra en Alemania", dice el Dr. Bondeson.
¿Será cierta la historia?
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