Después de más de dos décadas de lidiar con pasajeros malcriados, Steven Slater, finalmente, decidió renunciar de una manera muy peculiar.
El asistente de vuelo de JetBlue aterrizó en el aeropuerto de JFK en Nueva York, cuando una mujer se levantó antes de tiempo para retirar su equipaje de compartimento superior. Slater se acercó a la persona pero ésta le mandó un "jódete".
Molesto, Slater tomó el intercomunicador y dijo: "Para la $%&^#@ que me dijo que me joda, han sido 28 años. Ya tuve suficiente. Es todo."
Slater luego abrió la escotilla de emergencia, tomó sus dos bolsos de mano - y ¡dos cervezas! - Y saltó por el tobogán inflable de salida de seguridad del avión.
Pero todo no terminó allí para el harto sobrecargo, sino que la policía lo fue a buscar a su casa -en donde lo encontraron junto a su novio- y fue llevado esposado acusado de daños en 2do y 4to grado, imprudencia temeraria en 1er y 2do grado, y abuso criminal en 3er grado. Ahora enfrenta una condena de hasta siete años en la cárcel.
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