Mevsimler Sharon, una mujer inglesa de 40 años, que pesaba 286 kilos y necesitaba de una máscara de oxígeno para ayudarse a respirar, falleció tras no haber podido superar su adicción a la comida chatarra; la cual comió hasta el último momento ya que su propia familia se la llevaba escondida hasta el Broomfield Hospital en donde se encontraba internada.
Según relata el Daily Mail, testigos cuentan que sus familiares le llevaban pollo y papas fritas para satisfacer su adicción a la comida chatarra y a las grasas en general.
"Quienes la veníana ver al hospital no le hacían ningún favor. Los vimos traerle diferentes comidas grasosas como pescado y papas fritas y grandes cantidadades de pollo frito", comenta un testigo.
Video:
0 COMENTAN AQUI:
Publicar un comentario