Parte de un cráneo -con un agujero en él- y que se creyó durante años que pertenecía al Fuhrer, resultó ser el de una mujer de aproximadamente 40 años de edad, según ha revelado una prueba de ADN.
Científicos e historiadores creyeron durante largo tiempo que ese cráneo era la prueba irrefutable de que Hitler se disparó a sí mismo en la cabeza, luego de tomar una pastilla de cianuro el 30 de abril de 1945, antes de soportar la verguenza de ser capturado.
"Sabemos que el cráneo pertenece a una mujer de entre 20 y 40 años de edad. "El hueso era muy delgado. Los huesos de un hombre tienden a ser más robustos. Y las uniones entre las placas del cráneo parecían corresponder a alguien de menos de 40", ha dicho el arqueólogo de la Universidad de Connecticut, Nick Bellantoni.
De acuerdo a testigos, los cuerpos de Hitler y su amante, Eva Braun (quien supuestamente se suicidó con él), fueron envueltos en sábadas para luego ser llevados al jardín en las afueras del bunker y ser quemados ahí.
En mayo de 1945, un equpo de forenses rusos encontraron el cráneo en cuestión, al que le faltaban partes -aparentemente como resultado del disparo- y el pedazo de quijada coincidía con los registros dentales del dictador. También se encontró un solo testículo.
Bellantoni tampoco cree que el cráneo sea de Eva Braun: "no hay reportes que indiquen que Eva Braun se haya disparado o que lo haya hecho después. Hubo mucha gente que murió a las afueras del bunker".
Ahora, no sé por qué se sigue hablando de este asunto si el registro de la quijada coincide con la de Hitler y esa sí es una prueba poderosa. Pero bueno, seguramente seguiremos escuchando más historias acerca de que Hitler no murió ahí y que huyó hacia algún lugar del mundo... historias de misterios que a todos nos gustan.
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