Según cuenta The Telegraph, un hombre de 34 años casi muere cuando su mandíbula se dislocó por abrir la boca en exceso.
El pobre hombre se disponía a prepararse una taza de té como desayuno, cuando de pronto tuvo ganas de bostezar y bueno, abrió la boca tanto que se dislocó.
Felizmente para él, los paramédicos llegaron a tiempo y lograron salvarle la vida. Se necesitó una operación de cuatro horas para acomodarle nuevamente la mandíbula.
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¡juas! Y pues me creerías que tuve un amigo que casi murió de hipo... si, hipo.
Saludos
Y yo que una vez casi muero con la saliva... cosas de la vida.
jaja, hace un par de semanas se me estiraron los musculos de la cara y garganta por un bostezo recontra exagerado. Me quede atracada por horas! me lo merecia por grosera :D
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